De congreso por la tierra de José Saramago...
Viajamos a Portugal, en particular a Lisboa, paso previo por Porto, para asistir al International Conference on Evaluation of Novel Approaches to Software Engineering (ENASE 2014). En esta ocasión el artículo que nos trajo aquí se tituló Improving Software Projects Inception Phase Using Games: ActiveAction Workshop, y fue realizado en colaboración directa con ENTIA, una empresa mexicana de desarrollo de software cuyo sello particular es la innovación.
ENTIA desarrolló ActiveAction como alternativa para incrementar la efectividad, eficiencia y nivel de involucramiento de sus clientes durante la fase de Incepción de sus proyectos. A través de técnicas basadas en juegos sus clientes identifican y clarifican las necesidades del negocio, los objetivos del proyecto, los riesgos a los que se pueden enfrentar y sobre todo visualizan el producto de software que les ayudará a alcanzar sus metas.
ENTIA se acercó al grupo de investigación con la intensión de estructurar y formalizar los aspectos teóricos detrás de ActiveAction, esta colaboración dio como resultado un artículo que causó gratas impresiones entre los asistentes al ENASE, donde colegas de varios países, como Australia y Alemania, mostraron su interés y reconocimiento a este enfoque novedoso y exitoso como ha resultado la aplicación de juegos en proyectos de software.
Finalmente, cabe mencionar que este artículo fue nominado al Best Paper Award del evento, situación que nos llena de satisfacción tanto al grupo de investigación como a ENTIA.
Para cerrar, presentar el artículo en un idioma que no es el propio (inglés) ante una audiencia de notable capacidad (en esta ocasión había personas de Alemania, Australia, Polonia, Chipre, Canadá, Israel, India, y más) podría resultar impactante, pero si lo vemos desde otra perspectiva es justo el momento que se tiene que disfrutar más, al final, fueron ellos los que, al aceptar el artículo, reconocen la calidad y el valor del trabajo realizado, por lo que no queda más que aprovecharlo.
Si eso no es suficiente, un beneficio colateral es el turismo académico, parte importante de estos viajes es conocer la ciudad sede y empaparse de su cultura. Lisboa nos dejó ver la Torre de Belem, el Castillo de San Jorge, el barrio de La Baixa, comer los pastelitos de Belem, viajar en tranvías y utilizar el elevador de Santa Justa. Mientras que nuestra llegada a Porto coincidió con la celebración de la Revolução dos Cravos, que marcó la caída de la dictadura en 1974. Ahí visitamos la Estación de São Bento, los Jardines del Palacio de Cristal (con pavorreales libres por doquier), la Iglesia de San Francisco, la librería de Lello e Irmao (que aparece en películas de Harry Potter) y el puente de Luis I. Lo mejor de Portugal: la amabilidad de su gente y los pastelitos de Belem.